En su paso por el jardín de infantes le impusieron que el rosa y el violeta eran colores de las nenas, pero él siempre se atrevió a ir más allá y pagó un costo muy alto en la vida. Sufrió bullying, discriminación y rechazo de la sociedad. Martt no lo consideró un impedimento para mostrar lo que más le gusta: los colores, la moda y su alegría.
Martt nació en Buenos Aires, pero creció en la ciudad de Salta. Cuando terminó la secundaria decidió estudiar diseño de indumentaria a Córdoba y desde entonces no paró de conquistar las calles con su impronta, su estilo y su brillo.
El joven regresó a “La linda” en plena pandemia y para aprovechar ese tiempo realizó un posgrado de asesoramiento en imagen. En la provincia es contratado por shoppings y locales comerciales para imagen, estilismo de marca con modelos, identidad de marca, entre otras cuestiones en las que se mueve como pez en el agua. Actualmente, Chein brinda charlas en centros comerciales para mostrar las propuestas que hay en cada temporada, tendencias, estilos, colorimetría.
El influencer también es modelo de gráfica y de pasarelas, tanto de marcas masculinas como fememinas.
El salteño dialogó en exclusiva con Fran Vidal Espectáculos:
¿En qué consiste el asesoramiento que brindás?
Primero y principal que como asesor de imagen yo no impongo ningún estilo, sino que trato de que la persona encuentre su propio estilo con las herramientas que le propongo. La colorimetría le sirve a una persona para saber qué colores van a beneficiarla según el tipo de piel y, en base a eso, se va realzando la belleza. También determina qué tipo de prenda usar según el tipo de cuerpo. La idea es empoderar a la persona partiendo de su estilo personal.
¿Por qué decís que no te gusta imponer?
Siempre les aclaro a mis clientes que no impongo nada, ya que realizo sugerencia según mis conocimientos. Se puede ser clásico utilizando blanco, negro y gris, pero yo a veces les ayudo a sumar colores o alguna prenda más canchera. Por ejemplo, se puede usar una remera básica con estampa y agregar un blazer, un look clásico, pero más desestructurado.
¿Es importante estar a la moda y cómodo/a?
Trato de priorizar la comodidad, esto no significa andar todo el día deportivo, sino que sea una comodidad funcional. Que no estén las chicas fajadas en una fiesta sin poder moverse con unos tacos enormes. Para mí la moda es un juego divertido sin límites y con un sentido previo.
¿Cómo armás tus looks?, ¿Tenés un día específico o para toda la semana o es lo que surge?
Para mis clientes sí hago eso. En el asesoramiento de imagen les armo a nivel mensual, semanal, incluso hasta semestral. Por ejemplo, ahora se me fueron todos mis clientes de viaje y les hice las valijas con un look para todos los días, para noche, para playa y paseo. Para mí no lo hago, ya que en ese sentido soy un poquito más relajado porque tengo mi ropero en mi cerebro, en mi cabeza. Trato de ser fiel a mi estilo, me gusta ser divertido, le pongo una cuota de humor a mi outfit. Para mí es importante ser libre y sexy, mostrando piel, resaltando lo que más me gusta de mí.
¿Qué tipo de consultas surgen en tus primeros encuentros con clientes/clientes?
A mis clientes y clientas en la primera entrevista les pregunto qué es lo que más les gusta de su imagen. Generalmente empiezan a enumerar todo lo malo. Y si les digo “Pero, ¿Qué es lo que te gusta?” me dicen que no saben. Es por eso que no sólo los asesoro, sino también les enseño a quererse a sí mismos. A veces digo en broma que soy como un psicólogo de la moda, trato de sacar lo lindo de adentro hacia afuera.
¿Y vos cómo te caracterizás?
Yo soy muy de los colores vibrantes, pero también tengo en cuenta que mi cuerpo es triángulo invertido, así que trato de dar volumen abajo o aplicar color en las botas, por ejemplo, siempre dándoles a mis outfits ese toque mío.
¿Cómo te llevas en ese sentido con la sociedad a la hora de salir a la calle?, ¿La gente en Salta está acostumbrada a tu estilo?
Ahora sí. Al principio mi estilo no estaba tan empoderado, luego me fui acercando más a este estilo cuando comencé a trabajar con las vidrieras femeninas. Me pregunté “¿Por qué no? ¿Por qué no puedo usar esto?”.
En Córdoba usaba más lo categorizado como masculino, pero eso comenzó a aburrirme. Mi esencia, mi alma como que cambió y se vio reflejado en el exterior. Me encanta expresarme a través de la moda.
¿Tuviste en este tiempo mensajes de chicxs que dijeron “gracias a vos, me inspiré y empecé a vestirme así”?
Sí, un montonazo. Mis seguidores, chicos y chicas, y no solo de la comunidad LGBTIQ+. También me lo dicen amigas o novios de mis amigas, amigos. Ahora tengo amigos que se maquillan, salen con brillo, con carteras y antes eso no pasaba en Salta. En los boliches gays veo muchos chicos que tienen una estética fluida, más libre y a veces me abrazan, me agradecen por abrir una puerta, eso me hace sentir feliz.
Así como te escribe gente de Argentina, ¿Te escribe gente de otros países?
Sí, de todos lados me escriben. Hay muchas personas que no se animan o que tienen miedo y ser la voz de esa gente me hace feliz, me encanta porque yo también viví la mirada juzgadora y me hizo más fuerte.
Me siguen muchas madres, muchos adolescentes, muchos chicos de la comunidad. Pude imponerme en una sociedad cerrada como es Salta, pero esa libertad no es fácil. A mí me costó mucho, me costó pareja, familia y amistades. La mayoría vive como una hipocresía a la que le llamo “caretas emocionales”, demuestran una cosa, pero después son otras. Yo me cansé de vivir así o que la sociedad te impone vivir así.
¿Cómo te sentís con esta libertad de ser vos mismo sin que te importen los demás?
Hoy tengo paz conmigo, me acuesto en paz y me levanto en paz, antes no pasaba eso. Con mis últimas dos parejas viví mucho daño psicológico porque no aceptaban mi manera de ser y de vestirme. Prefiero estar solo y tranquilo y que la persona que esté al lado mío me eleve, me impulse y no me haga sentir mal. Si nos ponemos a pensar en mi ropa no es nada más que una tela, no podés odiar, juzgar o insultar a un ser humano por una tela. A mí me empodera mi estilo.

Foto: Elías Padilla Tanco
Con respecto al diseño, ¿Qué prendas te gusta diseñar más?
Me gusta más el diseño de autor que representa el estilo propio del mismo diseñador. El autor está ligado un poquito al de alta costura porque es como un diseño más exclusivo, tiene una impronta propia. No me gusta hacer cosas básicas, eso me da un poquito de fobia. Como ya está todo hecho me gusta ponerles mi toque a las prendas con bordados, apliques y mordería experimental.
¿Estás creando algunas prendas actualmente?
El diseñador interno está un poco dormido porque estoy más dedicado a la parte de asesoría de imagen y como influencer de moda, pero es algo que tengo como un pájaro carpintero que me está picoteando la cabeza. Tal vez cuando lo quise hacer en Salta no fue fácil conseguir la materia prima. Todos los años me gusta renovarme y reinventarme, así que durante la tranquilidad de febrero me dije que sí, que quiero despertar otra vez el diseñador, quiero exhibir yo mis propios diseños. Hacerlo para mí y de ahí hacer prendas súper extravagantes y fashionistas.
¿Te gustaría tener tu marca?
¡Me encantaría! Aunque lo veo como un plan a futuro. Por ahí la vida te puede sorprender, quizá aparece un inversionista que quiera hacer una colección. Me falta la parte de energía, de dinero, de tiempo, creo que todo se acomoda cuando tiene que ser.
¿Te gustaría ser panelista de moda en Buenos Aires?
Es interesante la idea, pero me gusta la parte de asesorar y no de criticar. Mi deseo siempre es sacar todo lo bueno de la persona siempre con amor.

Foto: Elías Padilla Tanco
¿Qué opinas de los talles reales que no están incluidos en muchas marcas? Porque a la gente le cuesta a nivel país conseguir ropa o no encuentran lo que está de moda, ya que está hecha para cuerpos hegemónicos.
Hay una ley de talle real y lamentablemente no está muy respetada. Yo voy a numerosos locales de hombres y mujeres y te digo que a veces ni a mí me entra la ropa. Por ahí es una fiaca que hagan todo tan chiquito, pero creo que es una cuestión de costo porque la mayoría de los locales que no son marcas reconocidas compran por mayor y les sale más económico comprar un talle por mayor que muchos talles. Y el tema de la ropa XL también incluye más tela, más costo. Yo creo que no es porque no lo quieran hacer sino más por el lado del costo, del precio.
¿Qué más te gustaría lograr en tu carrera?
Yo creo que sería un paso más explotar mi carrera como diseñador. Lo de influencer me encantó, pero a veces me aburro de lo mismo. Me gusta ir haciendo cosas distintas.
¿Diseñador/diseñadora referente?
De Argentina me gusta mucho lo que hace Fabián Zitta. Me gusta mucho el origami, la moldería experimental, los cortes son muy limpios, puros. Me encanta él. Y después, Gustavo Pucheta que lo tengo en redes y es un divino, me cae muy bien, es un amor, me invitó a sus desfiles. Me gusta mucho por la moldería, los brillos, los volados. El desfile de él fue icónico, fue un flash, me dejó con la boca abierta y para sorprenderme a mí tenés que hacer cosas grandes, no me sorprendo fácil.
Del exterior me gusta el diseñador español Jesús del Pozo, que es Josep Font. Él también juega con la moldería, el diseño de autor, los materiales, las prendas con un trabajo minucioso en cada detalle, me gusta mucho. Después me gusta Mary Katrantzou, que es una diseñadora griega que hace sus propias estampas y sus propias telas. También juega con la moldería.
Todas las personas que nombré me gustan porque ven a la prenda como una obra de arte que tranquilamente se puede exponer en galerías de arte y que buscan conmover al espectador, buscan causar algo. Eso es lo que yo quiero generar con mis diseños, que no sea una prenda que pasa y bueno. No, yo quiero que sea una prenda que te detenés a verla y ¡Wow! Que cause algo, ya sea lindo o feo, lo que sea, que internamente sacuda a esa persona. Me gusta transmitir las prendas como una obra de arte, causar algo, despertar a la gente porque somos humanos y necesitamos saber que estamos vivos.
¿Tenés algunos tips para las mujeres en este verano?
Hoy la gama de la tendencia se amplió muchísimo. Me encanta que vuelva el retro-vintage, volvieron los 90’ y la moda de los 2000. Por ejemplo, la moda de Britney que usaba top con jeans enormes, todo lo que es brillo. Volvió la moda Paris Hilton con esos vestidos abullonados, brillosos. El brillo con todo. Yo estuve en la Bafweek y la moda está un poco más libre. Todo lo que es metalizado, lentejuelas, glitter, no solo en la ropa, sino también maquillajes y bolsos. Se usan muchas cosas, el estilo vintage, los cortes de jeans oversize, un poquito estamis yendo hacia la muerte del pantalón chupín, es como que la ropa es más relajada ahora, más suelta, más holgada.
También están de moda los looks monocromáticos, tonos pasteles, tonos claros tanto para verano como invierno, tonos eléctricos para darle un toque al outfit. Las gafas mínimas y las gafas oversize, de todo un poco.

Foto: Elías Padilla Tanco
¿Cuántos colores se pueden usar para un look?
Yo siempre digo que todo tiene que tener un sentido estético. A la hora de contestar hasta cuántos colores podemos usar digo que máximo tres, me parece que eso tiene un sentido. Pero también te puede gustar usar cinco o seis, lo ideal es que al ser varios colores estén engamados. Por ejemplo, podemos hacer un monocromático de rosas, pero en distintos tonos. Hoy la moda no se limita tanto, sino que se adapta a la persona, tiene un amplio abanico para que la persona pueda adaptar su estilo personal.