A través de una historia que refleja la situación de dos parejas de los años 60’ en Estados Unidos, la directora teatral se prepara para reestrenar Play Wolf.
Las funciones serán sábados 9 y 15 de de noviembre, a las 21:30 horas, en el Auditorio Mauricio López de la Universidad Nacional de San Luis.
Play Wolf es el encuentro de dos matrimonios envueltos en una profunda velada, la cual es atravesada por las aspiraciones, los deseos y los miedos que ponen en riesgo el presente y el futuro de sus vidas. A través de juegos incesantes, frenéticos que desdibujan el límite entre la ficción y realidad.
El elenco concertado UNSL está conformado por Nelson Rosales, Meli Furlong, Constanza Papini y Galo Rigau.
Las entradas estarán a la venta muy pronto.
Dialogamos con Aravena acerca del interés por trabajar en este texto y expresó que surgió por la fuerza que presenta la convención de la obra: “Es una historia que a través de juegos dialécticos nos va metiendo en un laberinto, que uno puede entrar allí o no. La condición humana conlleva la crueldad, el amor, el odio, la frustración y otras variables; esta obra trabaja con esas cuestiones”.
¿Podés adelantar si este reestreno tendrá que ver con una propuesta rupturista, como tenés acostumbrado al público de San Luis?
Venimos ensayando en la UNSL desde hace bastante tiempo. Lo que quise lograr es una puesta realista, como así también ahondar en la coherencia y en lo conceptual de la escenotecnia. A mi trabajo desde la dirección siempre lo ubico en lo simbólico; rupturista y esta vez me interesé por el realismo.
La gente que la vio en 2022 dice que la escenografía es excelente…
La verdad que si. El diseño escenotécnico que se ve sobre el escenario es un trabajo que se realizó con un escenógrafo de Mendoza, Nicolás Tramontina, con quien fuimos dialogando sobre lo conceptual.
¿Qué cuestiones te interesan que explore el espectador con “Play Wolf”?
Lo que invito a experimentar es lo que a cada expectante le surja; dentro de esa convención que plantea la obra.
¿Qué significado tiene la posibilidad de presentar la obra en el marco del Festival Internacional de la Palabra en Escena?
Siempre me gustó participar con diferentes obras en este Festival porque es un evento que hay que apoyar. Daiana Calabrese y su grupo Revenir vienen trabajando de hace mucho tiempo por la cultura del teatro. Me parece importante apoyar estas actividades para seguir ayudándonos a encontrarnos en puntos artísticos, en conocimiento y en profesionalización que tanto precisa la ciudad de San Luis a nivel teatral.
Por último, teniendo en cuenta el contexto actual, ¿Cómo resistís?
En este año particular de la Argentina el hecho de presentar una obra en una Universidad Pública como la UNSL y realizar talleres anuales de teatro es doblemente significativo para mí. El teatro siempre fue en mi vida un acto natural, pero en este momento en que nos encontramos es absolutamente distópico. Estoy sumergida en un descreimiento y el único territorio que encuentro para silenciar un poco la impotencia que siento como ciudadana es el teatro. Me siento conmovida por estar en esta crisis y tener la posibilidad de hacer Play Wolf me hace sentir algo aliviada porque puedo canalizar esta frustración coyuntural que me atraviesa a partir del teatro como siempre.