El profesional se especializa en la odontología estética y es solicitado por numerosas figuras del ambiente artístico que eligen tener la mejor sonrisa con su trabajo de última generación.
El Dr. Hernán Bogo lleva 24 años de trayectoria en la implantología y rehabilitación oral. Cuenta con una Maestría en Cirugía Dental y se desempeña como docente de la Universidad Nacional de La Plata.
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Durante esta cuarentena tuvo que adaptarse a los protocolos en su centro odontológico de Buenos Aires que está integrado por 11 profesionales. En la clínica se implementan las últimas tecnologías con métodos que logran resultados brillantes en la estética y la salud dental. Está ubicada en Santa Fe 3269. Teléfono: 4827 4962.
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El Dr. Bogo dialogó con Fran Vidal Espectáculos vía telefónica en una entrevista exclusiva:
– ¿Cómo afectó su trabajo el aislamiento social preventivo y obligatorio por el COVID-19?
-Atendí algunas urgencias vía telefónica y, en los últimos días, tuvimos que comenzar a atender en el consultorio con todos los recaudos necesarios. A medida que fue pasando el tiempo, algunas personas quedaron a mitad de camino, por ejemplo, para las rehabilitaciones con las coronas de porcelana se colocan coronas provisorias, pero tienen determinada durabilidad. Entonces, tuve que volver al consultorio por algunas urgencias estéticas.
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-Desde que comenzó en su profesión trabaja con famosos que eligen blanqueamiento dental, ¿cómo es el procedimiento?
-Es un procedimiento totalmente seguro y es un mito cuando dicen que daña el esmalte natural de los dientes. Este tratamiento actúa solamente sobre los dientes naturales y no en las dentaduras postizas, arreglos o coronas de porcelana. Desde el punto de vista de la seguridad está recomendado en cualquier paciente, obviamente se realiza una evaluación previa porque desde el punto de vista clínico puede tener variaciones.
– ¿Qué otros tratamientos odontológicos le solicitan las figuras?
-Desde lo estético si se desea modificar la posición de los dientes se realiza un tratamiento de ortodoncia, donde se alinean los dientes y la mordida. Como dije antes, cuando se quiere modificar el color de los dientes se recomienda el blanqueamiento, sino hay otra etapa de carillas o frentes estéticos donde se puede jugar un poco más con lo que es forma y color. En definitiva, lo que mejor permite reunir todo eso es la corona de porcelana que actualmente se hace libre de metales y es totalmente blanca, no se traslucen los bordes como pasaba antes.
– ¿Algo así como los dientes de Luciana Salazar?
-Ella es como Susana Giménez, al ser rubias quieren tener los dientes bien blancos. El color de la dentadura depende del color del pelo, de los ojos y de la piel de la persona. Si le pongo un color extremadamente blanco a una persona de tez oscura resalta mucho más y a eso hay que evaluarlo antes de hacerlo. No se trata solamente unos dientes y una sonrisa, ya que tiene que estar en armonía con el resto de la cara.
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– ¿Por qué hay famosos que son muy exagerados con sus dientes blancos?
-Tiene que ver con una cuestión de exposición más que nada. A pesar de que a uno no le gustaría hacerlos tan blancos, hay que aceptar lo que pide el paciente.
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– ¿Cuál es el trabajo que tiene más demanda?
-Sin duda las coronas de porcelana son lo que más demanda tiene en mi clínica. El trabajo implica determinar la forma, tamaño, color, posición ante la sonrisa, y ver cómo queda con el color de piel. En muchos pacientes trabajamos con la diagramación digital que es el futuro de la odontología.
En estética dental lleva mucho tiempo aprender y hacer trabajos de rehabilitación completa en la boca. Hay que tener en cuenta muchas cuestiones y varias de ellas las estoy contando en el libro que estoy escribiendo.
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-¿De qué dependen los buenos resultados?
– En Buenos Aires son pocos los profesionales especializados que cuentan con experiencia en la estética dental y con la capacidad técnica que este trabajo requiere. Los buenos resultados no solo dependen de que el odontólogo sea bueno, sino también del aporte del laboratorista y el técnico dental para lograr los resultados que uno busca y lo que el paciente desea.
-¿Cómo define estos 24 años de experiencia en su profesión?
-Me inicié con el Dr. Carlos Miguel Cecchi, un presitigioso odontológo internacional. En su momento, su equipo era el único que realizaba estética dental en Buenos Aires. Tuve la suerte de trabajar con él apenas recibí mi título y casi de casualidad, ya que mi especialidad era la cirugía y la implantología, pero me gustó la estética. Allí empecé a ganar experiencia y me fui especializando en esta rama también, por eso, realizo los dos trabajos y no es algo común en un odontólogo.
– ¿Qué se siente al devolverle la sonrisa a pacientes que antes no podían mostrar sus dientes por vergüenza?
– En mis comienzos no estaba de moda la estética dental, hoy en día es uno de los factores principales para la gente. Actualmente se le otorga más importancia a la estética en todos los niveles y no sólo en la dentadura.
En los casos más extremos, en la primera sesión, en mi consultorio cuando se colocan coronas provisorias muchas veces el paciente llora de alegría. Hay un cambio muy importante y se nota demasiado la diferencia, ya que antes el paciente tenía una retracción social por miedo o porque se dejó estar y su salud bucal estaba en problemas. Cuando les hago un cambio de golpe vuelven a tener confianza en sí mismos al sonreír, pueden sacarse fotos sonriendo y ser felices de alguna forma. Eso en la estética genera una satisfacción enorme porque uno busca que el paciente esté contento y también devolverle la sonrisa.