“Cositas mágicas”, rezaba el cartel de la vidriera cuando inauguró en el año 2005 en la ciudad de San Luis. “Abracadabra” se convirtió en el primer local de peluches más grande del centro. Además de ositos de todos los tamaños, se podían encontrar muñecas, tazas, tarjetas, pantuflas, mochilas y todos los productos más novedosos del mercado.

2014
Su dueña, Belén Anzulovich, quien ya tenía experiencia como comerciante en otros rubros, apostó por vender productos que transmitieran magia y amor a quienes recibían el regalo.

Belén y Valentina. 2014
En el año 2016, por razones de salud, el local se cerró. En enero de 2024, decidió reabrir en otro espacio y con otro tipo de atención. Lo que no imaginaba era que, cuatro meses después, se iría al cielo a los 46 años. Es por eso que su hija mayor, Valentina Funes Anzulovich, continúa con uno de los sueños de su madre: volver a regalar amor con “Abracadabra”.
Para este 14 de febrero, la gente de San Luis puede solicitar una visita al nuevo showroom, ubicado en Ayacucho 991. Además, hay un catálogo virtual y podés recibir lo que quieras desde cualquier punto del país en el mes del amor.
El local cuenta con estanterías y vitrinas repletas de peluches de todas formas y tamaños: ositos, unicornios, perritos, gatitos y mucho más, cada uno con su propio toque de magia. Cada peluche lleva la clásica etiqueta y el perfume es el mismo de siempre, ya que Valentina se ha encargado de mantener el contacto con los mismos proveedores de su madre. Algunos peluches prometen noches sin pesadillas, otros son corazones que inspiran amor y otros ofrecen abrazos para los días tristes. Cada rincón es un mundo de fantasía esperando ser descubierto, donde los sueños cobran vida y la imaginación no tiene límites.
Belén, una emprendedora apasionada y soñadora, dedicó mucho tiempo a planificar y diseñar su local. Tenía un don especial para crear mundos de fantasía. Por ello, para continuar el legado de su madre, Valentina tomó las riendas del proyecto y añadió su toque personal. Incorporó nuevas ideas y creó contenido para las redes sociales, ya que estudió carreras relacionadas con el séptimo arte. Sus hermanos Guillermina y Bruno Valenti, quienes crecieron y jugaron en “Abracadabra”, también se sumaron a colaborar con Valentina.
La historia de Belén y Valentina refleja el amor entre madre e hija, la conexión entre el cielo y la tierra, y el poder de continuar una idea que parecía haber terminado. Es un ejemplo más de que, aunque a veces no se puedan cumplir algunos sueños, siempre habrá un ser querido dispuesto a hacerlo para mantener viva la magia. Así que, con toda la mercadería que hay, tenemos “Abracadabra” para rato.
Seguí la cuenta de Instagram: abracadabra.sanluis