“Capsula Leloir” es una nueva propuesta de Buenos Aires que combina la indumentaria con el arte. Su espacio está ubicado a pocos kilómetros de Capital Federal, precisamente en una reserva ecológica de Parque Leloir.
Su creadora es Natalia Campos Villa, quien nació en Montevideo Uruguay, pero cuando era niña su familia se instaló en Argentina.
El arte siempre fue parte de su vida y realizó muchas actividades como teatro, baile y escritura. A medida que fue creciendo se interesó por las artes plásticas. Se formó con talleres de dibujo, pintura, bordado, manualidades y de esa manera fue encontrando su espacio.
Actualmente junto a su marido Juan Manuel Cinquegrani continúan con este proyecto que nació en la pandemia. Se trata de una cápsula que crearon con distintos artistas plásticos y es toda una novedad.
“Amo el arte en todas sus expresiones y formas, desde chica quería saber y aprender todo”, comentó Natalia a Fran Vidal Espectáculos.
¿Cómo se dividen las tareas?
Juan Manuel siempre trabajó en el ámbito del marketing y, ahora, se encarga de las redes sociales y comunicación. Mi tarea tiene que ver con el arte y diseño de las prendas.
¿Qué significa tener tu emprendimiento y local propio?
Poder mostrar lo que hacemos es una alegría. Siempre había trabajado para otras personas y me di la posibilidad de hacerlo para mí. En un primer momento confeccionamos barbijos, ya que tenía muchas telas vintage recicladas con las cuales customizaba prendas. Después hicimos bolsos, gorros y finalmente llegamos a overoles.
¿Por qué se te ocurrió confeccionar overoles?
Yo siempre los usé y me pareció que en el contexto que estábamos viviendo era muy representativo y, a su vez, nos igualaba desde algún lugar. Además, es una prenda sin género que nos da la posibilidad de movernos con libertad para poder hacer lo que quieras, desde trabajar así o usarlo para ir a bailar.
¿Cómo surgió la idea de combinar la indumentaria con el arte?
La combinación entre el arte y la prenda surgió de una manera orgánica y natural. Muchas de las personas que comenzaron a comprarnos los overoles tenían oficio y encontraron en nuestra plataforma una manera de visualizar su arte. A su vez, la persona que adquiría la prenda formaba parte de la obra con las fotos en nuestras redes sociales. Son como obras vivientes que salen a la calle. Nuestra fantasía es llenar las calles de arte.
¿Cuál es la característica fundamental de la propuesta?
Es una prenda que se adapta a todo tipo de cuerpos, siempre pensé de esa manera inclusiva y no acorralarme en un estereotipo. Es una alternativa con mucha onda y le queda bien a cualquier persona, desde niños hasta adultos.
¿Cómo fue la respuesta de los clientes y las clientas?
Tuvo buena aceptación desde el primer momento y sobre todo en las mujeres, que antes tenían una tendencia a estar ajustadas. Encontrar una prenda cómoda y holgada fue convincente para las chicas. También tienen la posibilidad de adaptarla a su estilo sumando los detalles que quieran.
¿Tienen pensado sumar más gente al proyecto?
Trabajamos con talleres de la zona, la idea es coordinar con mujeres que trabajan desde sus casas para que tengan un trabajo bien remunerado. No trabajamos con modelos, sino que nuestros clientes y nuestras clientas son quienes suben las fotos a sus redes sociales y las compartimos para promocionar los productos. La idea es que la gente se sienta representada con las fotos que ve.