Gabriel Machado (51) se dedica hace 24 años a fotografiar a las figuras del espectáculo argentino y a estrellas internacionales, quienes lo eligen por sus óptimas producciones y su fantástica energía a la hora de trabajar.
Gabriel es Licenciado en Publicidad, estudió en la Universidad de Lomas de Zamora. Durante la cursada, conoció a su compañero ideal y con quien comparte la pasión por la fotografía, José Cicala. En 1993, crearon su propio estudio y con el tiempo, la experiencia de ambos junto con su popularidad abrió camino dentro del mundo artístico. Así fue como dos años después, se integró Fabián Morassut y juntos fundaron MACHADO CICALA MORASSUT, ubicado en Acevedo 745, Buenos Aires.
En el Día del Fotógrafo, Fran Vidal Espectáculos entrevistó en exclusiva a “Machadito”:
¿Cómo definís tu trabajo desde la fotografía?
En primer lugar, no lo tomo como un trabajo, es una pasión que me mantiene para vivir. Se trata de hacer siempre lo que me gusta, la paso tan bien que sería una locura llamarlo trabajo. Entro en estado de gracia cuando lo hago.
¿En tus comienzos imaginabas que ibas a trabajar con los artistas número uno de la Argentina?
Nunca estudié fotografía y tampoco imaginé esto, es algo muy de película. En 1993 decidimos abrir el estudio fotográfico y así empezamos a soñar y a crecer en este camino.
¿Es verdad que generás un clima único para que el famoso se sienta como en su casa?
Es una cuestión de educación para que la persona esté cómoda. A veces se ponen nerviosos y trato de generar un clima de laburo natural, cómodo y gratificante para todos.
¿Por qué creés que las celebrities te eligen?
No podría poner un orden de cosas; soy muy rápido y las celebridades tienen la agenda apretada, eso suma porque a veces no les gusta esperar mucho tiempo. El resultado es óptimo, la pasan bien, me conocen hace muchos años, y además no soy chismoso. Los famosos pueden contarme algo y nadie lo va a saber, tengo secretos de todo el mundo y jamás revelé nada. Uno es amo de lo que hace y esclavo de lo que dice, está bueno mantenerse al margen sin entrar en el chisme barato.
¿Cómo se moviliza el estudio cuando va Susana Giménez?
Es una fiesta, ella es apasionada y divertida a full. Me tiro al piso de la risa porque es muy cómica. Es una genia absoluta, mucho más de lo que la gente piensa. Tenerla a ella es lo máximo y cuando viene al estudio genera una energía increíble.
¿Te ha tocado alguna famosa problemática que quiere ver cómo salió cada foto?
La persona que está frente a la cámara no tiene que decir absolutamente nada, tiene que entregarse a la mano del fotógrafo y dejarse llevar por el “vals”. Muy pocos se me revelan, ya que desde el primer momento estoy llevándolos en un túnel que es casi infalible que se me resistan. Si no hay una entrega absoluta, esto no funciona; soy muy claro y si hay resistencia les digo que no me sirve trabajar de esa manera.
¿Qué significa ser el fotógrafo de las figuras del momento?
Me encanta, soy muy cholulo y me acostumbro a trabajar con todos los artistas. Además, voy tres veces por semana al teatro y escribo en la aplicación “App Faroni”, donde tengo una columna que se llama “El loco del teatro”. Hay que apoyar el teatro argentino y darle de comer al alma porque nos encontramos con una fuente de inspiración que Netflix no te da.
Teatral, enérgico y optimista
La energía de Gabriel Machado está puesta en la fotografía y en el arte, ya que su vínculo es muy fuerte. El fotógrafo cree en la belleza natural que esconde cada persona y logra descubrir esas nuevas facetas que quedan materializadas en imágenes.
Para conocer más de su pasión seguilo en Instagram como Machadito1
