La noche del domingo el Cine Teatro San Luis se transformó en un refugio de emociones, recuerdos y música con la llegada de Destino San Javier, el trío integrado por Franco Favini, Paolo Ragone y Bruno Ragone, quienes una vez más eligieron reencontrarse con el público puntano.
Esta vez, lo hicieron en el marco de su gira nacional “Huracán de Amor”, una propuesta que conjuga lo tradicional y lo moderno con una impronta profundamente personal.
Bajo la producción de Diego Sosa Manager Group, como cada año, el espectáculo se presentó renovado, íntimo y emotivo. Desde el inicio, el grupo dejó en claro que esta gira no es solo un recorrido musical, sino también un viaje hacia sus raíces, su historia y sus emociones más profundas.
“Estamos arriba de este escenario, persiguiendo este destino, continuando con la herencia de nuestros padres”, expresó Bruno Ragone con emoción, aludiendo al legado del emblemático Trío San Javier.
El repertorio incluyó las canciones de su nuevo álbum, una producción de once temas donde conviven chacareras vibrantes, zambas y baladas románticas, con una estética sonora más contemporánea. Canciones como “Invéntame” y “Tú si sabes quererme” reflejan ese equilibrio entre la renovación artística y el respeto por sus raíces folklóricas.
Durante el show, Paolo Ragone compartió con el público el significado personal que tiene este este nuevo trabajo: “Es un disco bastante particular para nosotros. Habla de momentos, paisajes que fuimos atravesando y también de ese amor verdadero que un día, sin buscarlo, encontré. Después de tantas caídas, de andar perdido, un día encontré ese amor real. Esta noche quiero compartir con ustedes una parte de mi corazón, de lo más profundo”.
Con palabras sinceras, el galán de Destino hizo partícipe a la audiencia de su historia personal, mencionando a su esposa Fiorella Vlank como inspiración de una de las canciones más íntimas del show: “Confío”.
Uno de los momentos destacados de la noche fue el cambio de vestuario, donde los músicos pasaron de un look sobrio y formal a un estilo más relajado y canchero, con pantalones y chaquetas de jean con apliques brillantes. Este momento simbolizó un quiebre en la atmósfera del show: de lo solemne a lo festivo, de la distancia a la cercanía.
Ya con un aire más distendido, el trío interpretó temas más íntimos como “Toda la noche” y “Déjame soñar”, permitiendo un contacto emocional directo con el público. Las luces bajaron, los acordes se suavizaron y el teatro se convirtió en un espacio de confidencias musicales.
La interacción con el público tuvo su punto más alto cuando, sentados en la punta del escenario, los tres artistas propusieron una dinámica tipo “canciones a la carta”. Los espectadores comenzaron a pedir temas a viva voz, creando un ida y vuelta que transformó el show en una verdadera fiesta.
La interpretación de “Aunque ya no vuelva a verte” fue otro de los momentos más conmovedores de la noche. Paolo destacó el significado especial que esta canción tiene para tantos seguidores: “Es la más elegida en todas las plataformas. Nos siguen llegando historias, algunas hermosas y otras tristes, pero todas con algo en común: esta canción deja algo en el alma. Cada vez que la cantamos, sentimos una sensación diferente”.
Y fue así como, bajo un auditorio alegre y conmovido, las voces del público se fundieron con las de los artistas para cerrar la noche en un coro masivo al ritmo de “Por qué será”.
Destino San Javier volvió a demostrar que es un puente entre generaciones, donde el amor, la música y las raíces dialogan con autenticidad. En San Luis, dejaron claro que su “Huracán de Amor” no solo arrasa con su potencia musical, sino que también deja una estela de emociones en cada ciudad que visita.